
La Imagen
En la mayoría de las publicaciones, intervienen dos elementos sustanciales que han de ser interrelacionados convenientemente para ajustarse a los objetivos del mismo. Estos elementos, el TEXTO y la IMAGEN, deben combinarse en la página para formar un conjunto armónico y equilibrado del que dependerá la calidad y resultado final deseado.
Conocido el formato de trabajo, la imagen o imágenes a incluir y el texto correspondiente, se procederá a su ubicación sobre la retícula base, distribuyéndolas por módulos junto con el texto o los textos que las acompañan. Ello nos advertirá no sólo del tamaño que han de tener, sino también de su escala y de la necesidad o nó, de seleccionar fragmentos o detalles de las mismas, jugando con nuevos reencuadres.
Composición de una Imagen
La imagen compensa la monotonía que puede producir la abundancia del texto. De su combinación se obtendrán resultados más o menos adecuados a la idea, que ofrecerán igualmente efectos de distinta índole. A parte de su distribución asimétrica, para eludir su formalidad, estática y falta de atracción visual, otras veces el texto adquiere un carácter más gráfico que propiamente textual, al hacer uso de modelos y tamaños tipográficos inusuales, letras dibujadas por imagenes o textos girados con respecto a la horizontal.